El otoño se presenta duro para la economía de las familias

Aunque los salarios comienzan a crecer por encima de la inflación, los gastos de los hogares siguen sin tocar techo

REDACCIÓN

Primero fueron los suministros básicos, con la electricidad y el gas en niveles nunca antes vistos. Después la subida de los precios se contagió a la cesta de la compra. Y más tarde llegó a las hipotecas, como consecuencia de la subida de los tipos de interés que paradójicamente se puso en marcha para frenar la espiral inflacionista. Y aunque parece que se han dejado atrás las cifras históricas del pasado año (el IPC llegó a anotar un incremento del 10,8% en julio), los precios en septiembre siguen siendo altos mientras los salarios no se han actualizado al mismo ritmo y aún no han recuperado lo perdido en el último ejercicio.

Este indicador, que mide la evolución de los precios sin tener en cuenta los elementos que se entiende que son más volátiles, como los alimentos no elaborados (frutas o verduras), la energía (gas o luz) y los combustibles, se moderó una décima en agosto (al 6,1%), pero sigue tres puntos y medio por encima del IPC general registrado ese mismo mes (2,6% interanual). De hecho, se mantiene en cifras similares a las de hace un año, cuando se situó en el 6,4%.

La cesta de la compra ha sido la más castigada. De los diez artículos que más han subido en los últimos doce meses, nueve son alimentos, con incrementos muy significativos en productos básicos, como el 42,5% del azúcar o el 18% de las patatas. Por no hablar del aceite, que ya cuesta un 50% más que hace un año tras subir un 9% en agosto. 

Pérdida de poder adquisitivo

Por si fuera poco, en un septiembre marcado por la vuelta al cole «más cara de la historia», la subida del petróleo amenaza con dar la puntilla a las ya de por sí deterioradas cuentas de las familias, que en los dos últimos años han visto perder un 4,5% de poder adquisitivo, según datos del Banco de España.

Esta semana, el barril de Brent -de referencia en Europa- ha rondado su máximo de los últimos diez meses, tras alcanzar los 95 dólares. Un alza que, al mismo tiempo, se produce con un dólar fuerte sobre el euro, lo que encarece las importaciones.

Entre los motivos, se encuentran las restricciones de producción acordadas por Rusia y Arabia Saudí, además de las tensiones geopolíticas. Los países no cuentan con reservas suficientes para cubrir los más de tres millones de barriles de petróleo diarios que han salido del mercado, por lo que los expertos no descartan volver a los 100 dólares el barril, aunque sea de forma temporal.

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