La viceportavoz socialista, Begoña Medina, defiende la labor de “cientos de personas voluntarias” y pide “más ayuda municipal” plan de acción para la gestión de estos espacios ciudadanos que “dan un hogar a los gatos”
El Grupo Municipal Socialista ha presentado una moción para pedir al Ayuntamiento “más recursos” para facilitar el trabajo de 255 gestores de las 302 colonias ferales en la ciudad de Málaga. Así lo defenderá este lunes en comisión de Sostenibilidad Ambiental la viceportavoz socialista, Begoña Medina, que ha presentado la moción tras su visita a una colonia feral en el distrito de Churriana. “Proponemos la puesta en marcha de un plan de acción municipal con carácter urgente para mejorar la gestión de estas colonias ferales” en las que “los gatos que se encuentran en la calle tienen un hogar”, además que son vacunados, cuentan con identificación y se alimentan gracias “a la impagable labor de socios que ponen los medios de su bolsillo, porque el dinero del Ayuntamiento no es suficiente”.
Medina lo ha manifestado así en Churriana junto al responsable del distrito en el PSOE, Salvador Trujillo, y de varias gestoras de colonias ferales de diferentes distritos de la ciudad. Allí, la socialista ha insistido en la necesidad de que “se amplíen recursos para intensificar el proyecto CER” (Captura, Esterilización y Retorno) “para el año 2025, que siempre incluya la dotación de chip (con los datos de la colonia de origen del animal), vacuna de rabia y pipeta de desparasitación, de aplicación de forma ininterrumpida y, en la medida de lo posible, de forma masiva”.
También pide “incluir en la nueva contratación prevista con clínica veterinaria 24 horas para los animales del Centro Zoosanitario de Málaga a los gatos comunitarios del proyecto CER”. Según la socialista, este centro zoosanitario “deberá aportar semanalmente un listado de los gatos alojados, indicando lugar de procedencia y motivo de su captura al que tengan acceso libre los voluntarios de las organizaciones animalistas y gestores de colonias ferales”. Según la socialista, la recientemente aprobada Ley de Bienestar Animal “ha cambiado las condiciones para los ayuntamientos, que a partir de ahora deben ser más sensibles con los animales que no tienen un hogar y que lo encuentran en estas colonias”.
Begoña Medina ha recordado el trabajo del PSOE para garantizar la calidad de vida de los animales desde el ámbito municipal. “Desde el año 2009 venimos trabajando en defensa de los gatos ferales en nuestra ciudad. Fue en el año 2013 cuando pedimos, mediante una moción, la puesta en marcha de una experiencia piloto de colonias de gatos y así dejar de sacrificar a los gatos ferales, destinando dicho recurso económico a su esterilización. Sin embargo, no tuvimos el apoyo del equipo de gobierno que votó en contra”. La socialista ha explicado que “sólo conseguimos la creación de una mesa de trabajo para abordar la propuesta de las colonias de gatos ferales. En enero del 2015 volvimos a pedir que se incluyese en la modificación de ordenanzas prevista para el año 2016 las colonias de gatos debidamente esterilizados, así como prohibir el sacrificio de perros y gatos en el Centro Zoosanitario de Málaga, propuestas que fueron rechazas por el equipo de gobierno del PP”.
Durante la reunión ha tomado la palabra la portavoz de la organización Ciriana, Mari Cruz Torres, que gestiona una colonia feral junto a unos restos arqueológicos que la propia asociación ha recuperado y puesto en valor con sus propios medios. “Antes era un estercolero” ha expresado Torres junto a lo que ahora “es un hogar para los gatos y un jardín de plantas autóctonas” con marcado carácter de reciclaje y conservación. De hecho, las gateras son contenedores de vidrio reciclados, mimetizados con el entorno y decorados incluso gracias a la labor de artistas locales.
“Este lugar ya no es una zona de botellón. Es agradable para la vista y permite la visita de los vecinos, además de que se huelen los aromas de tomillo, romero y lavanda”, especies vegetales que ha cedido un vivero de la ciudad. Mari Curz Torres ha defendido además la importancia “del trabajo que hacen los gatos para mantener a raya la población de ratas, conteniendo también plagas de insectos”.
Alba Bravo es gestora de la colonia feral del aeropuerto de Málaga. “Llevamos allí tres años y desde hace unos seis meses se están llevando los gastos a la perrera”, se refiere esta voluntaria al Centro de Protección Animal Municipal, anterior Centro Zoosanitario. Bravo ha denunciado que “se han llevado unos 20 gatos enjaulados y los devuelven con heridas en la cara, cosa que nunca les ocurre en la colonia”. Además, indica que “nos obligan a la reubicación”. Así que ha lanzado un mensaje al equipo de gobierno del PP: “Por favor, estos gatos no tienen salida en la perrera. Sólo queremos que vivan de manera digna como ahora dice la Ley (de Bienestar Animal)”.
Carmen Rueda gestiona desde hace siete años la colonia feral 112, que abarca las calles Conde de Ferrería, Godino y Salvador Dalí. “La situación actual es desastrosa, porque no se respeta el punto de alimentación de los gatos en las inmediaciones de una residencia de ancianos. Los gatos nunca han dado un problema y además son beneficios para las personas mayores y también aquellas aquejadas por problemas de salud mental”. Además, Rueda ha pedido que se respete su carné como alimentadora.
Eva Magú gestiona tres colonias ferales, que son la 90, la 133 y la 171 en el distrito Este “donde llevo trabajando desde hace 23 años”. El problema que explica Magú es que “la perrera se está llevando a los gatos que tienen aquí su hogar y que además hacen un gran servicio para los ancianos de la residencia de ancianos, porque incluso se encargaban hace un tiempo de alimentarles y de castrarlos. Ahora se decide que la presencia de los gatos es insalubre para los usuarios de la residencia y que tiene que desaparecer de ahí”, ha denunciado en el caso de la colonia feral 171. “Se llevaron a los gatos con jaulas trampa camino de la perrera. Pero no cogieron solo los de la colonia feral de la residencia, sino a todos los que pasaban en ese momento por allí”.
Eva Magú ha criticado esta captura porque “no sólo tira a la basura nuestro trabajo, el dinero invertido en alimentación y les provoca heridas a los gatos durante la captación y el transporte a la perrera. Es que además priva al lugar de un aliado contra las plagas de ratas y de insectos”, ha zanjado.