El ciclo organizado por el Ayuntamiento de Málaga, patrocinado por Unicaja y Fundación Unicaja y en el que colaboran el Grupo Quirónsalud, Fundación Sando e Idealista, conmemora el Año Puccini con un título que no se escenificaba en la Costa del Sol desde 1971
El viernes 24 y el domingo 26 de mayo se levanta el telón de una producción que dirige Daniel Montané en el foso y Pier Francesco Maestrini en la escena
La soprano malagueña Berna Perles, el tenor Carlo Ventre, el barítono Rodrigo Esteves y el bajo Giacomo Prestia protagonizan la versión de Manon Lescaut que cierra la próxima semana la 35 Temporada Lírica del Teatro Cervantes de Málaga. El viernes 24 y el domingo 26 de mayo subirá el telón de una producción comandada en el foso por el maestro barcelonés Daniel Montané y en la escena por el florentino Pier Francesco Maestrini con la que se conmemora en la Costa del Sol el Año Puccini. El ciclo organizado por el Ayuntamiento de Málaga a través de la empresa municipal Málaga Procultura, patrocinado por Unicaja y Fundación Unicaja y en el que colaboran el Grupo Quirónsalud, Fundación Sando e Idealista recupera así un título que no se escenificaba en Málaga desde 1971 y que resultaría fundamental para el impulso de la trayectoria del compositor de Lucca, de cuyo fallecimiento se cumplen cien años el próximo mes de noviembre.
Montané, cuya batuta ha dirigido más de 60 óperas y que actualmente es el director principal del Staatstheater Mainz (Alemania), estará al frente de la Orquesta Filarmónica de Málaga y de un reparto vocal en el que además de Perles dando vida a Manon Lescaut, Ventre en el papel de Renato des Grieux, Esteves como Lescaut y Prestia en el rol de Geronte de Ravoir destaca la intervención del tenor Manuel de Diego, que hará de Edmondo y también encarnará al farolero. Junto a ellos, Marcelo Solís (roles de posadero y sargento), Nicolás Calderón (maestro de baile), Mari Luz Román (músico) y Alejandro Moreno (comandante de marina) desempeñan los roles secundarios. Es decir, un reparto de primer nivel para abordar el título con el que Puccini tomaba el testigo de Verdi en la ópera italiana, una obra que condujo el verismo a la máxima expresividad y crudeza y en cuyo plano musical se advierte el influjo de Wagner.
Maestrini regresa al Teatro Cervantes después de dirigir aquí otro Puccini, la versión de Tosca programada en la 33 Temporada, y lo hace esta vez para dar vida a una ópera por la que siente especial predilección. El director toscano reconoce haber montado al menos quince veces Manon Lescaut, y compara su aproximación a la codiciosa y subyugante heroína retratada por el abate Prévost en la novela en la que se basa el libreto con la historia de Barry Lyndon, de Stanley Kubrick. Las voces del Coro de Ópera de Málaga y un nutrido equipo de figurantes completan el equipo humano que se moverá en escena bajo la dirección de Maestrini.
Berna Perles, Carlo Ventre y Daniel Montané han presentado esta mañana la ópera de Puccini en una rueda de prensa presidida por la concejala de Cultura y Patrimonio Histórico, Mariana Pineda, y el director del Teatro Cervantes, Juan Antonio Vigar, y en la que también ha intervenido la responsable de Artes Escénicas de la Fundación Unicaja, Gema Domínguez. El director de Banca Comercial de Málaga de Unicaja, Francisco Reguera; el resto de los cantantes principales, y la presidenta y la directora del Coro de Ópera de Málaga, Celia González y María del Mar Muñoz Varo respectivamente, también ha asistido a la presentación.
Manon Lescaut pone fin a una 35 Temporada Lírica que puso en escena en 2023 Doña Francisquita (29 de septiembre y 1 de octubre) y Le nozze di Figaro (1 y 3 de diciembre) y que continuó este año con la premiada coproducción entre el Teatro Cervantes y el Teatro Villamarta de Jerez de Dialogues des carmélites (16 y 18 de febrero). La versión de la tercera ópera de Giacomo Puccini que verá el público en Málaga es una producción del Teatro Cervantes que cuenta con escenografía, vestuario y vídeo de Alfredo Troisi y un diseño de iluminación realizado por Sašo Bekafigo.
Manon Lescaut. 35 Temporada Lírica del Teatro Cervantes de Málaga:
Drama lírico en cuatro actos con música de Giacomo Puccini y libreto en italiano escrito sucesivamente por Ruggero Leoncavallo, Domenico Oliva, Marco Praga, Giuseppe Giacosa, Luigi Illica, Giacomo Puccini y Giulio Ricordi, basado en la obra Histoire du chevalier Des Grieux et de Manon Lescaut (1731) del abate Antoine-François Prévost.
Estrenado el 1 de febrero de 1893 en el Teatro Regio de Turín
Producción: Teatro Cervantes de Málaga
· Manon Lescaut: Berna Perles
· Lescaut: Rodrigo Esteves
· Renato Des Grieux: Carlo Ventre
· Geronte de Ravoir: Giacomo Prestia
· Edmondo / farolero: Manuel de Diego
· El posadero / Un sargento de los arqueros: Marcelo Solís
· El maestro de baile: Nicolás Calderón
· Un músico: Mari Luz Román
· Un comandante de marina: Alejandro Moreno
Orquesta Filarmónica de Málaga
Coro de Ópera de Málaga
Dirección de escena: Pier Francesco Maestrini
Dirección del coro: María del Mar Muñoz Varo
Dirección musical: Daniel Montané
Escenografía, vestuario y vídeo: Alfredo Troisi
Iluminación: Sašo Bekafigo
Asistencia de dirección escénica: Michele Cosentino
El primer gran triunfo del autor italiano es una ópera con evidentes referencias wagnerianas, en la que la orquesta dialoga de manera directa con los personajes ayudando a subrayar sus emociones y psicología. La partitura está dotada de una fluidez melódica realmente brillante e inacabable que expone la degradación moral de los personajes, a pesar de que Puccini prefiere no olvidar que el amor siempre prevalece. El uso de leitmotiv resulta recurrente desde el inicio al final de la obra, ayudando a construir toda la intrincada trama.
Cuando Puccini abordó su ópera, Massenet ya había triunfado con Manon. Pese a las reticencias de Ricordi, su editor, el de Lucca continuó con la idea de poner música a la novela del abate Prévost, argumentando que la historia de Manon Lescaut tenía que poder ser mostrada por más de un autor: “Una mujer como Manon puede tener más de un amante. Massenet la siente como francés, con polvos y minuets; yo la siento como italiano, con pasión desesperada”, afirmó. Tras Le villi (1884) y Edgar (1889), Manon Lescaut encumbraba al maestro toscano como uno de los referentes de la escuela verista y como el continuador del gran Giuseppe Verdi, que en esos días estrenaba Falstaff. Otra coincidencia es que ambos alcanzaron fama mundial en su tercera ópera, Nabucco (1842) y Manon Lescaut (1893), tras dos tibios estrenos con sus títulos previos.
Manon Lescaut según su director de escena
“Me siento muy unido a Manon Lescaut, última ópera en la que pude hacer de asistente de mi padre en Palermo, en 1993, con la gran Raina Kabaivanska en el rol principal. Desde entonces es el título que más veces he puesto en escena, creo que al menos en quince ocasiones hasta hoy, con casi todas las mejores intérpretes de este papel en nuestros tiempos: de Daniela Dessì, Fiorenza Cedolins, Miriam Gauci y Amarilli Nizza a, más recientemente, Jennifer Rowley, solo por citar a algunas.
Es uno de esos títulos en los cuales siempre he respetado el contexto, probablemente porque me siento fuertemente unido a la novela de Prévost, que he leído y releído en muchas ocasiones, y que me recuerda muy de cerca, tanto por la ambientación como por la temática, a la que es quizá mi película preferida, Barry Lyndon, de Stanley Kubrick. Como Barry, Manon cimenta su ascenso social en su irresistible encanto, sin ocultar su codicia y su oportunismo, para después pagar inevitablemente las consecuencias en una especie de catártica redención. Me complace hacer referencia en varias ocasiones a la película en mi dirección escénica, como pequeño tributo a dos sublimes obras de arte que me fascinan desde siempre, al igual que Manon Lescaut no ha dejado de cautivar al público de todas las épocas. En Prévost, esta joven privada de una adecuada educación dejaba traslucir una innata elegancia y una belleza tales que hacían girarse a las personas para admirarla, incluso cuando era conducida encadenada para ser deportada, el humillante destino reservado a ladronas y prostitutas. Del mismo modo, el ímpetu del joven Puccini rezuma una pasión que hoy como entonces no deja nunca indiferente a cualquiera que ame la ópera”.
Pier Francesco Maestrini, director de escena