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Así lo recoge la investigación ‘Divorcio de los padres y logro educativo de los niños a largo plazo en España’, llevado a cabo por Manuel Mejias-Leiva y Almudena Moreno Mínguez
Los niños que están en la infancia y la adolescencia, son los que peor lo pasan cuando se divorcian sus padres. Es uno de los sucesos que más impacta en ellos por lo que supone de incertidumbre, por la precarización económica que lleva aparejado, la ruptura de la rutina y la reducción del tiempo dedicado a los infantes, entre otros. Esto repercute en sus estudios, tal y como han demostrado numerosos estudios. De hecho, los hijos de padres divorciados tienen menos probabilidades de tener un título universitario que aquellos cuyos padres no se han separado.
Así lo indica la investigación ‘Divorcio de los padres y logro educativo de los niños a largo plazo en España: heterogeneidad según la educación de los padres’ llevada a cabo por Manuel Mejias-Leiva y Almudena Moreno Mínguez, del departamento de Sociología de la Universidad de Valladolid, y publicada en la Revista Española de Investigaciones Sociológicas, que revela, sin embargo, que no afecta a todos por igual.
Los resultados de su trabajo evidencian “una asociación negativa entre el divorcio de los padres y la probabilidad de que los hijos obtengan un título universitario, siendo esta penalización mayor cuando el divorcio se produce entre los 0-5 y de 12-16 años”.
Por otro lado, recuerdan que la principal brecha en los resultados educativos se da en la transición de la educación primaria a la secundaria, “una etapa donde las exigencias educativas aumentan, por lo que un evento disruptivo en la vida de un adolescente, como es el divorcio de los padres, “puede ser un factor relevante en la transición de los hijos a la educación postobligatoria”, indican los investigadores.
Además, de su trabajo han evidenciado que la penalización de la separación es mayor para los hijos de padres de alto estatus socioeconómicos. Esto se explica, señalan, porque tras la separación los hijos de familias acomodadas pierden algunos de los recursos que contribuyen a sus mejores resultados socioeconómicos. Hay que aclarar, sin embargo, que pese a esta penalización, los hijos de padres con alto nivel educativo siguen estando mejor posicionados en comparación con sus homólogos de bajo nivel socioeconómico.
