En un ejercicio novedoso, periodísticamente, entrevistamos a la par a candidata a Decana y a Vicedecana a Abogacía de Málaga, respectivamente.
Y para empezar, os pregunto a ambas. ¿Qué queréis destacar de este momento?
Regina: Pues yo lo que sí querría destacar sería el tema de la mutualidad. Es un tema muy importante y tenemos una ardua tarea por emprender. Hay que conseguir esa pasarela al RETA pero con las mejores condiciones posibles. Desde el colegio tenemos que estar en eso, tenemos que ser un puente con el Consejo General para que nuestras demandas lleguen. Para que seamos un puente de comunicación. Y que, por supuesto, desde el gobierno de la abogacía central, donde tenemos la suerte de tener a nuestro actual decano allí, Salvador González, se siga trabajando para conseguirlo. En su primer discurso como presidente ya lo dijo y yo estoy segura de que lo va a conseguir. Porque creo algo que destaca en Salvador, y Elena estará de acuerdo conmigo, es una persona muy tenaz. Cuando se propone algo, si es posible, lo va a conseguir. Y yo creo que esto es posible. Y nuestra posición, será la de ayudarle tanto a él como a los compañeros y compañeras para que seamos ese puente con el Consejo General. Creo que hasta ahora se ha hecho un trabajo silencioso pero que ha sido la base para todo lo que se está haciendo ahora.
Elena: Yo sí quiero destacar la necesidad de la conciliación familiar. Es algo que me toca muy de cerca. Yo me siento muy respetada tanto en la facultad como en Junta de gobierno, así como en mi despacho. Pero sí es cierto que hay períodos como los vacacionales en los que los padres seguimos trabajando y que supone un problema real que hay que solucionar. Y también me gustaría poner el acento en los abogados que están a punto de jubilarse. Con eso yo creo habría que establecer un apoyo, crear una comisión de información para estar al tanto de todo.
Esta experiencia vital, ¿cómo creéis que se la contaréis a vuestros nietos o nietas?
Regina: Yo creo que cargada de energía porque sinceramente, para mí, decidir hacer esto, subirte a este carro, empujar, remar y, seguir remando, porque somos 15 personas en eso, creo que es de las experiencias vitales más potentes que he vivido. Por lo que te enseña, de cómo tú como persona reaccionas ante las cosas. De cómo las personas reaccionan con las cosas que tú planteas. Te enseña mucho de la vida: como hay personas que tú pensabas que eran más planas y ahora te apoyan de una marea absoluta. Y otras personas que pensabas que iban a estar más contigo, les cuesta más. Te enseña de las personas y de las relaciones personales, en definitiva. También te enseña cómo tienes que vivir un equipo, cómo llevar un equipo, cómo tienes que compaginarlo.
Para mí es comparable a la experiencia vital de cuando entré en Junta de Gobierno y me postulé como diputada para el Colegio de Abogados hace cuatro años con Salvador González. Sólo que ahora es más impresionante y me siento más motivada.
Elena: Para mí, supone una etapa de muchísima ilusión por todas las iniciativas que tenemos, la posibilidad de desarrollar cualquier ámbito que no esté desarrollado e imaginar cómo queremos el colegio en el futuro. También supone un orgullo representar al colegio en esta junta directiva. Yo me siento muy orgullosa con mi trayectoria profesional, pero llegar a este ámbito te hace ver la importancia de ser abogada y sobre todo de representar al colegio y, más aún, a su junta directiva.
Regina: Cuando conoces bien la abogacía, sabes que es una profesión muy amplia, pero importantísima. A veces, no se es consciente de lo importante que es el ejercicio de la abogacía. Las personas confían en ti sus mayores tesoros y tú tienes que responder a esa confianza desde la profesionalidad y ayudarles a conseguir, cuestiones que para ellos son vitales. Y esto es algo que, aunque tú lo sabes, se te enseña desde la institución. Yo empecé a ejercer con mi padre. Con él aprendí entre muchas cosas, la humildad y la honestidad, tanto conmigo, como con los compañeros y con los clientes. Aprendí la deontología, la ética en la profesión. Nuestros códigos deontológicos hay que cuidarlos porque son algo tan básicos como los derechos fundamentales de nuestra Constitución.
Elena: Yo creo que nuestra profesión no es una profesión cualquiera. De hecho, aparecemos recogidos en la Constitución Española. Contribuimos a su redacción, que me parece un hito impresionante. Y, al igual que Regina, creo que la deontología es algo que se está perdiendo porque no tienen esos padrinos que les enseñan cómo tienen que relacionarse con los compañeros, con la institución y con los clientes. Y esto es algo que creo que es necesario volver a implantar desde el colegio.
Regina: Yo recuerdo hace un tiempo que me sucedió un percance con un compañero. Por desconocimiento actuó de una forma que no era la apropiada. Y el colegio funcionó, y a través de la mediación explicó a esta persona qué estaba mal. Él asumió su responsabilidad y se resolvió el conflicto. Y esto es importantísimo porque al final se construye una abogacía mejor. La abogacía no es un trabajo, es una profesión. Así que es algo que llevas contigo siempre.
A pesar del balance positivo de este gobierno que acaba, pero haciendo un poco de autocrítica ¿qué pensáis que no se ha hecho del todo bien y se podría haber hecho mejor?
Elena: No creo que no se hayan hecho cosas bien. Es que no ha dado tiempo. La idea de Salvador de acercar la tecnología a los abogados: muchos abogados no saben trabajar con algunos programas que son básicos y que facilitan mucho nuestra labor. Algunos se adaptan cuando ya no queda otra opción. Las ideas que nosotros hemos planteado en nuestro programa anterior se han iniciado, se han empezado, pero no han concluido. Así que una de las ideas de nuestro programa es concluir lo que hemos iniciado e iniciar nuevas propuestas que son necesarias incluir porque hace cuatro años tampoco eran necesarias. El colegio tiene que adaptarse a la situación actual.
Regina: Pues sí, además el tiempo también te demuestra que las cosas se pueden hacer de otra manera. Y creo que es de personas inteligentes aceptar este hecho y seguir avanzando. Personalmente, en mi ámbito que es el turno de oficio, me he quedado con la espinita de no haber terminado de implementar los nuevos turnos: se han creado, se han formado a los compañeros, pero sí quiero que se terminen de implementar bien esos turnos para que exista una demanda real. Que desde los juzgados se llame al abogado de oficio, que en comisaría se haga lo mismo, que en fiscalía se haga lo mismo. Hay que seguir trabajando con el resto de los operadores jurídicos para que esta figura se demande.
Con respecto a las delegaciones, que es otro aspecto que hemos visto juntas, han habido delegaciones que han funcionado muy bien y otras que hay que trabajar más y mejor. Hay que seguir estando pendiente de que esas delegaciones sean la representación de la abogacía de ese partido judicial, especialmente teniendo sensibilidad con la problemática de su zona. Y que los compañeros y compañeras la vean como el sitio que es: un lugar a que puedan acudir a ella a formarse, a debatir y a lo que necesiten. Con independencia de que el Colegio de Abogados de Málaga sea también su ‘casa’. Tenemos que seguir potenciando la fuerza de las delegaciones.
¿Cómo acercamos el colegio a la ciudadanía? porque es necesario que el colegio esté imbricado con la ciudad…
Regina: La abogacía en sí es atractiva para la sociedad porque la abogacía resuelve problemas. En la abogacía no sólo nos dedicamos a los pleitos. La abogacía está presente en las empresas, en la agricultura, en la mayoría de los aspectos de la vida, de la sociedad. De ahí la importancia de un colegio fuerte, con perspectiva de crecimiento, como le pasa a nuestra ciudad. No puede haber una abogacía con carencias en una provincia de primera como es Málaga.
Desde el punto de vista profesional, ya se está trabajando en esas relaciones que, desde mi punto de vista, tienen que ir más allá, a niveles internacionales por ejemplo. El posicionamiento de un colegio es importante hacerlo a nivel internacional. Hay una federación de colegios de abogados europeos y Málaga puede estar ahí y de hecho, está ahí. En junio tuvimos un Congreso de Colegios Europeos, todo ello gracias a que Málaga ha participado de esas reuniones en esa institución
Elena: Yo creo que al ciudadano de a pie, hay que hacer una labor de información para que sepan que pueden acudir al colegio en cualquier momento, y la facilidad de los trámites. Para muchos ciudadanos les parece muy difícil llegar al colegio. Para nosotros es sencillo. Pero para el ciudadano no, así que tendremos que estudiar eso para dar mayor accesibilidad al ciudadano de a pie.
Regina: Yo pienso que es una labor de comunicación que quizás no se está haciendo de la mejor manera. Muchas veces nos creemos que mandando muchos correos electrónicos, pero si no se leen…Pues al final el mensaje no llega. Pienso que hoy en día tenemos muchas vías de comunicación que son más rápidas y que llegan tanto a los compañeros como a los ciudadanos. Con lo que además estamos posicionando tanto a la abogacía como al colegio. Y al final, se tiene conocimiento de los logros, de triunfos de la profesión que es necesario que lo sepa la sociedad. Todo esto repercute en esa dignidad de la abogacía que todos buscamos.
Elena: Yo creo que sí que hay que transmitir el sentimiento de orgullo, de pertenencia al colegio de abogados de Málaga.
La dignidad de la abogacía, vosotras como profesionales, ¿qué consideráis que es esa dignidad de la abogacía?
Regina: Para mí es la honestidad conmigo misma y con el cliente. El asesoramiento tiene que ser honesto siempre. Y de ahí parte casi todo. Aunque también engloba aspectos como la ética, el respeto, el trabajar bien siendo un buen profesional.
Elena: Yo sí incidiría en el respeto. Es necesario que todos los abogados sean respetados tanto por los clientes como por los estamentos jurídicos. Algunos compañeros han sentido que les han faltado el respeto. Eso sí que hay que intentar evitarlo y que no vuelva a ocurrir. Creo que ahora es muy buena la relación que tiene el colegio de abogados con los organismos jurisdiccionales. La relación es espectacular. Y cada vez que ha ocurrido algo en ese sentido, se ha atajado de forma inmediata. De todas formas, tenemos que seguir trabajando en ese aspecto.