La Fiesta Mayor de Verdiales alcanzará su 64.ª edición el próximo domingo 28 de diciembre en el parque Andrés Jiménez Díaz, en el distrito malagueño de Puerto de la Torre. El evento, que comenzará a las 12:00 horas, reunirá a un total de 28 pandas de verdiales pertenecientes a los tres estilos tradicionales: Comares, Montes y Almogía.
La concejala delegada de Servicios Operativos, Playas y Fiestas del Ayuntamiento de Málaga, Teresa Porras, ha presentado esta mañana los detalles de la cita junto al presidente de la Federación de Pandas de Verdiales, José María Cuenca. Durante el acto se ha destacado que la Fiesta Mayor repartirá este año un total de 34.910 euros en premios. El cartel anunciador de la edición ha sido realizado por la pintora Mariví Verdú.
El encuentro contará con seis pandas del estilo Comares, doce del estilo Montes y diez del estilo Almogía. En cada modalidad se otorgarán premios en categorías como fiesta, baile de pareja, baile de trenzaíllo, baile de bandera o bajín y mejor cantaor. Además, se entregarán obsequios a los niños y niñas que participen en los bailes infantiles de pareja y bandera.
Considerada el principal encuentro verdialero del año, la Fiesta Mayor de Verdiales es un referente en la conservación y difusión de esta manifestación cultural de profundo arraigo en la provincia de Málaga. En este sentido, el Ayuntamiento mantiene su apoyo a esta tradición a través del convenio anual con la Federación de Pandas de Verdiales, que incluye una aportación municipal de 125.000 euros en subvenciones.
Como novedad destacada dentro de la programación navideña, los verdiales también estarán presentes en el espectáculo de luces y sonido de la calle Larios. En el primer pase de cada espectáculo, entre los días 23 y 28 de diciembre, sonará un villancico por verdiales interpretado por la panda Jotrón y Lomillas, del estilo Montes.
La Fiesta Mayor de Verdiales se celebra cada 28 de diciembre, coincidiendo con la festividad de los Santos Inocentes, y cuenta con más de seis décadas de historia. Esta expresión cultural de origen campesino, basada en un fandango propio cantado y bailado, fue objeto en 2014 de una moción institucional del Ayuntamiento de Málaga para solicitar su declaración como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.







